JUANA MANUELA, su infancia y su familia
Cuando nació Juana Manuela, el 15 de junio de 1816, su padre era una figura crucial en la política salteña. Heredero de una de las familias más influyentes en esa región del Virreinato del Río de la Plata, se había convertido en la mano derecha del gran caudillo del Norte, Martín Miguel de Güemes. Era su consejero, hombre de confianza y amigo insobornable, y lo acompañó en la histórica gesta de la "guerra gaucha" con una partida de baqueanos que él mismo había reunido. Pocos días después de la llegada de su séptima hija, el diputado por Salta José Ignacio Gorriti firmaba el acta de Independencia en Tucumán.
La familia vivía en la hacienda de Los Horcones, cerca de Rosario de la Frontera. Doña Feliciana Zuviría atendía a su numerosa familia en medio de las contingencias de la guerra. Sitiados en nueve oportunidades por los realistas, los lugareños abandonaban sus propiedades y dejaban el campo yermo al invasor, que no tenía más remedio que retroceder.
Juana Manuela estaba habituada al trato de los hombres rudos que seguían a su padre y acampaban en las proximidades de la casa. Siendo niña, dio claros indicios de poseer un carácter firme y poco apego a las normas que regían sobre las mujeres de su época. Montaba y hacía caracolear su caballo y corría a gran velocidad sobre su mascota, un avestruz americano.
En 1821, tras la muerte de Güemes, José Ignacio Gorriti fue elegido gobernador de Salta. Entonces la familia se instaló en la capital y allí Juana Manuela tomó clases de lectura, escritura y doctrina cristiana.
De ideas federales, el padre de Juana Manuela se unió a José María Paz para luchar contra Facundo Quiroga. Luego de la derrota, las propiedades de la familia fueron confiscadas y los Gorriti debieron exiliarse en Bolivia.